Cynewulf

Al contrario de lo que sucede con Caedmon (poeta de quien sólo conocemos su breve Himno, pero del que poseemos algunos datos biográficos gracias a Beda el Venerable), la vida de Cynewulf es todo un misterio, si bien se han conservado obras suyas de cierta extensión.

De su vida, como decimos, poco se sabe. Sin duda fue un hombre letrado, y la temática de sus obras, el uso de fuentes latinas, y el profundo conocimiento de literatura eclesiástica y hagiográfica y del dogma católico romano dejan bastante claro su trasfondo religioso o monástico. Aunque las compilaciones en que aparecen sus obras (de la segunda mitad del siglo X) son traducciones al sajón occidental tardío, el dialecto de Cynewulf fue probablemente anglio, lo que permite suponer que vivió en Mercia o Northumbria. Del rastro de formas sajonas algo más tempranas puede deducirse que un escriba hizo una traducción anterior, a comienzos del siglo X. La forma de su nombre dada por el acróstico (Cynewulf en Juliana y Elena, Cynwulf en los otros dos), nos hace pensar que vivió en el siglo IX, pues en el anterior era más usada la forma Cyniwulf. Su verdadera identidad sigue siendo un misterio, por más que algunos estudiosos vean en él al Cynewulf que fue obispo de Lindisfarne y falleció en 783.

Lo que el propio Cynewulf nos deja claro gracias a un par de fragmentos de sus obras es su creencia en que la poesía era un don divino (en el epílogo de Elena el autor dice que «liberó el arte dentro de él») y que estaba asociada con la sabiduría (en Cristo II explica que «el hombre a cuya mente le ha sido dado el arte de la sabiduría puede decir y cantar toda clase de cosas»). También debemos hablar de sus dos personajes femeninos, alejados de la visión de santidad grecolatina, y más cercanos a los prototipos femeninos de la antigua literatura nórdica: son fuertes, más propensas a la persuasión física que verbal, y no se someten a los varones con los que se encuentran.

Aunque le fueron atribuidas multitud de obras, actualmente se piensa que sólo de aquéllas en las que aparecen intercaladas las runas que componen su nombre (a modo de acróstico) puede asegurarse su autoría. Son cuatro poemas narrativos, todos de tema cristiano: Juliana (sobre el martirio de la santa con ese nombre) y Cristo II (llamado La Ascensión por tratar ese tema) en el Libro de Exeter; Destinos de los Apóstoles (sobre la muerte de los Doce) y Elena (relato de la búsqueda de la Cruz por Elena de Constantinopla) en el Libro de Vercelli.

Las cuatro obras que se le atribuyen provienen de fuentes latinas, como homilías y hagiografías, y no directamente de la Biblia, a diferencia de otros poemas en inglés antiguo. En lo que sí coinciden con el resto de la tradición anglosajona es en estar escritas en verso aliterado (basado en la repetición de sonidos en las sílabas tónicas, como ya vimos al hablar de esta literatura). Por supuesto, se desconoce en qué orden fueron escritos, aunque Juliana y Destinos de los Apóstoles parecen menos maduros.

Juliana

Trata el martirio y la muerte de santa Juliana de Nicomedia. La historia se adaptó de una fuente latina hoy perdida. El poema está compuesto por 731 versos (aunque debido a los daños y pérdidas sufridos por el Libro de Exeter hay un par de huecos que sumarían entre 130 y 140 más). Entre sus rasgos estilísticos, algo menos vigorosos que en los otros poemas, merece una mención el uso de términos militares, que resaltan la lucha entre la protagonista, cristiana, y el resto de personajes, paganos, así como la imagen de la fe de aquélla como una fortaleza. La narración (que se sitúa en plena persecución de Diocleciano), comienza ilustrando la sufrida vida de los cristianos bajo el gobierno de Galerio Maximiano. Juliana, hija de Africano de Nicomedia, ha sido prometida en matrimonio a Eleusio, un rico senador amigo de Galerio. Juliana, que se ha convertido al cristianismo, rechaza casarse con un pagano, y Eleusio, que se siente insultado, recibe el consentimiento de Africano (quien también se siente insultado) para castigar a su hija. Después de ser desvestida, colgada del pelo, azotada y golpeada, la joven es encerrada en prisión. Allí es visitada por un demonio, que intenta convencerla de blasfemar diciendo ser un ser celestial. Ella reza, y luego sostiene un acalorado enfrentamiento verbal con el demonio, a quien humilla y obliga a confesar sus maldades. Acabada esta escena, Eleusio llega a la prisión y, ante la nueva negativa de Juliana, trata de que arda en la hoguera. Pero el fuego no toca ni su carne ni sus vestiduras, así que Eleusio manda que la decapiten.

Destinos de los Apóstoles

El más breve, con sólo 122 versos. Su narrador, que habla en primera persona, crea una canción sobre las diferentes muertes de los Apóstoles, recitando los sucesos clave vividos por cada apóstol tras la Ascensión de Jesús.

Cristo II

Una vehemente descripción de la ascensión de Cristo, con 427 versos. Entre sus diversas fuentes, la más importante es la homilía de san Gregorio Magno a propósito del mismo tema. El poema comienza señalando la importancia de la búsqueda de la verdad. Luego pasa a narrar lo que sucedió tras la crucifixión de Jesús y los cuarenta días que permaneció en la Tierra antes de su Ascensión: un gran número de ángeles llegó para llevárselo, y trataron de calmar el dolor de la gente. Luego el poema describe la importancia de las bendiciones divinas (comida, refugio, etc) y cuenta la encarnación de Jesús y su permanencia en el mundo con una bella imagen de un ave. Después de señalar las persecuciones sufridas por los cristianos, pasa a enumerar las seis transiciones de Jesús (encarnación, nacimiento, muerte, enterramiento, resurrección y ascenso). Finalmente, el poema recuerda tomar ejemplo de Jesús, pues se juzgarán todas las almas.

Elena

El más largo de los cuatro (1321 versos) y tal vez el menos antiguo, pues incluye una suerte de epílogo que implica que su autor es ya viejo al finalizar su composición. Es una adaptación de un texto en latín, probablemente de Acta Cyriaci. Describe el sufrimiento de Elena de Constantinopla en su búsqueda de la Sagrada Cruz (simbolizando la difusión del cristianismo), aunque el trasfondo es una anacrónica amalgama de las guerras del siglo IV que tuvieron lugar entre romanos, hunos y francos. El poema comienza con el emperador Constantino y la famosa escena en la que venció a sus enemigos gracias a la cruz (in hoc signo vinces). De regreso a casa, se hace bautizar y le pide a su madre, Elena, que acuda con un ejército a la tierra de los judíos para encontrar la verdadera cruz de la crucifixión. Elena amenaza a unos sabios judíos, y encierra a uno de ellos, de nombre Judas, en un pozo oscuro. Al séptimo día, el pobre ya no aguanta las privaciones y le muestra la colina donde fue crucificado Jesús. Encuentran allí tres cruces, y para averiguar cuál es la verdadera las sostienen sobre un cadáver: la tercera lo resucita, pues es la verdadera. Tras su conversión y bautizo, Judas (ahora llamado Ciriaco) busca los clavos de la cruz, encontrándolos gracias a una señal divina. Un sabio le aconseja a Elena que los clavos sean usados en el bocado de la montura de Constantino, para que nunca pierda una batalla. En un epílogo, Cynewulf cuenta su propia experiencia de metamorfosis espiritual, y describe su visión del Juicio Final.

Objetos inscritos

Rara vez el primer testimonio escrito que conservamos de una lengua es un texto largo. Más bien al contrario, puesto que la pervivencia de los mismos depende de la dureza del material en que se halla. Y, aunque resultan muy cómodos y útiles para la propia escritura, ni el papel, ni el papiro ni la vitela son unos materiales especialmente perecederos. De esta forma, las primeras muestras o fragmentos de una lengua aparecen inscritas o grabadas en materiales de lo más diverso: tablillas de arcilla para la escritura cuneiforme, los ostraca para el griego arcaico, las estelas rúnicas para las lenguas escandinavas, etc.

Algunas veces, los materiales sobre los que se escribe son tan variopintos como la pequeña muestra que sigue.

Cuernos de Gallehus.

Dos cuernos de oro encontrados al sur de Jutlandia, probablemente forjados a comienzos del siglo V. Su hallazgo posee una cierta peculiaridad, pues a pesar de estar situados a pocos metros de distancia uno del otro, fueron encontrados con un siglo de diferencia (en 1639 y 1734). Fueron robados y fundidos en 1802, y los únicos moldes se habían perdido tiempo atrás, así que las copias actuales se han fabricado a partir de los diagramas y dibujos realizados por algunos estudiosos. Ambos cuernos, que probablemente se usaron para beber, estaban incompletos: el primero, más largo, tenía siete segmentos decorados con diferentes figuras; mientras que el segundo tenía cinco segmentos decorados y uno, la boquilla, con una inscripción en uno de los alfabetos rúnicos (futhark antiguo). El pequeño texto sería una marca del fabricante: ek Hlewagastiz Holtijaz horna tawido, que vendría a significar "Yo, Hlewagastiz Holtijaz, hice este cuerno". El propio nombre posee un significado debatido, puesto que Hlewagastiz podría significar "huésped famoso", y Holtijaz podría ser un patronímico ("hijo de Holt"), o bien expresar una característica del sujeto, a modo de apodo. Esta inscripción se considera el texto conservado más antiguo de las lenguas nórdicas (o germánicas septentrionales).

Hebilla de Pforzen.

Una hebilla de plata encontrada en una tumba alamana que probablemente date de finales del siglo VI. Habría albergado a un guerrero, ya que también se encontró una panoplia de armas. La propia hebilla tiene hechura más propia de una cultura mediterránea, como la lombarda o la gépida. La parte frontal contiene una inscripción (grabada con posterioridad a su creación) escrita en alto alemán antiguo: aigil andi aïlrun {runa ligada u ornamento} / itahu {o elahu} gasokun. No hay un consenso absoluto en cuanto a la traducción, pero la versión más probable reza "Aigil y Alrun lucharon contra todos los guerreros". Aigil sería el Aegil que se muestra en el cofre de los francos luchando junto a su esposa. Esta inscripción se considera el texto conservado más antiguo de las lenguas germánicas occidentales.

Cofre de los francos o de Auzon.

Una lipsanoteca (recipiente con tapa para guardar pequeñas reliquias) fabricada a comienzos del siglo VIII a partir de hueso de ballena y procedente, casi seguro, de Northumbria. Profusamente decorado con bajorrelieves e inscripciones en inglés antiguo (escrito en futhorc, el alfabeto rúnico anglosajón) y en latín (escrito a veces en futhorc y a veces en letras latinas). Las escenas representadas forman también una extraña mezcla: una Adoración de los Magos, imágenes de Rómulo y Remo y del emperador Tito, así como del herrero Völundr (o Wayland); además se ha sugerido que otras escenas representarían episodios de los mitos de Sigurd, Egil (Aigil) y su esposa, etc. Además de algunas marcas para señalar a los personajes, existen cuatro inscripciones principales (una por lado): una suerte de adivinanza sobre el material del cofre (huesos de una ballena varada), el episodio de la loba que amamantó a Rómulo y Remo, una inscripción bilingüe sobre la toma de Jerusalén por Tito, y una última inscripción de difícil traducción.

Cruz de Ruthwell.

Una cruz monumental de piedra erigida en el siglo VIII, en la región escocesa que formó parte de Northumbria. Mide unos cinco metros y medio, y destaca por sus relieves figurativos y por la inscripción, en futhorc, que contiene algunos versos del poema El sueño de la cruz, aunque con ciertas variaciones.

Beowulf

Para esta obra seguimos la traducción de Luis y Jesús Lerate, publicada por Seix Barral en el libro Beowulf y otros poemas antiguos germánicos (ss. VII-VIII). El problema con su versión es que, a pesar de mantener la numeración de los versos, para una mayor claridad expositiva intercambia en ocasiones el orden de los hemistiquios o de los propios versos, y además adapta los nombres a la fonología castellana de una forma que, personalmente, no nos agrada (así Hrothgar pasaría a Rodgar). Para completar las notas usamos el texto de Armando Roa Vial, Beowulf y otras lecturas anglosajonas; El cantar del hierro, publicado por RiL editores. En esta versión se opta por dar una traducción en prosa, pero no dejamos de estar leyendo la prosa de su traductor; muchos fragmentos parecen esquilmados de versos, y en ocasiones, incluso, el sentido del texto se ve modificado. En ambos casos hay ediciones más modernas de otras editoriales, pero no contamos con una traducción más solvente en nuestro idioma.

Beowulf es el famoso poema épico escrito en la antigua lengua anglosajona, la gesta más antigua de la temprana Edad Media, y el texto más extenso en esta lengua. Uno de los puntos de importancia es que sus 3182 versos constituyen buena parte de lo conocido sobre el inglés antiguo de estas épocas oscuras (al menos la décima parte del corpus conservado). Al respecto del verso y de los recursos estilísticos, repito aquí lo que ya comentamos sobre la literatura anglosajona temprana:

Es importante notar que, a diferencia de la poesía moderna, los poemas germánicos de la época no basaban su construcción en la rima o en el número de sílabas (como la poesía moderna), ni en la cantidad silábica (como el hexámetro clásico), sino en la aliteración: el verso germánico utiliza cuatro sílabas tónicas (dos en cada hemistiquio) con la característica de que el primer sonido de la tercera debe aliterar con el de la primera o la segunda (y preferiblemente con las dos). Como ejemplo, pongamos los versos 4-5 del Beowulf. Sirva también este escaso texto para comprobar la gran diferencia entre esta lengua y la de Chaucer; no digamos ya entre éstas y la de Shakespeare.
Oft Scyld Scefing sceathena threatum,
monegum maegthum, meodosetla ofteah, 
{Oft Scyld the Scefing from squadroned foes,
from many a tribe, the mead-bench tore,
(A menudo Skild, el Skefida, a las escuadras enemigas,
de muchas tribus, los reductos tomaba,)
El poema también utiliza otros elementos típicos de la épica, como el epíteto, y otros propios de la poesía anglosajona, como los kenningar. Éste es un recurso metafórico que podríamos describir como un epíteto perifrástico que aparece sin su referente: si leemos «el mar, cuenco de olas» estamos ante un epíteto, pero en «baile de espadas» (para hacer referencia a la guerra) nos encontramos con un kenning.

El poema Beowulf se conserva junto a otras obras diversas en un códice manuscrito fechado en torno al año 1000, y llamado Manuscrito Cotton o Códice Nowell (pues aparece el nombre de este propietario del siglo XVI). En cuanto a la composición, los estudiosos señalan diversos puntos entre los siglos VIII y XI, y la región de Anglia Oriental, en el oeste de Inglaterra. Sin embargo, lo relatado en el poema sucede en algún punto entre los siglos V y VI (es decir, durante la Era de Vendel), en las regiones de Escania (sur de la actual Suecia) y Selandia (la isla más grande de la actual Dinamarca, cerca de Suecia). Verbigracia, el rey Hrothgar al que ayuda Beowulf pertenece a la dinastía Skjöldung (Skylding en el poema), y su capital, Heorot (el Salón del Ciervo, o del Alce), habría dejado las ruinas que yacen en Gammel Lejre. Se ha de tener en cuenta, por tanto, que la obra se encuentra en parte definida por el contexto de las migraciones germánicas desde Dinamarca: cuenta sucesos acaecidos mucho tiempo antes de su composición final, en los lugares de procedencia de estos pueblos, pero, por si fuera poco, está escrita durante su largo proceso de cristianización. Durante mucho tiempo, se valoró el contenido histórico de la obra, relegando su importancia artística. Fue a partir de una conferencia del profesor Tolkien cuando comenzó a resaltarse el valor fantástico de los monstruos que aparecen y su relación con la mitología, así como la importancia del poema para el conocimiento de la poesía anglosajona de la época.

Otro problema es el del autor. Aquí entran diversos puntos de vista sobre la oralidad previa de las obras tempranas. Sucede con las obras de Homero o con el poema de Mio Cid: algunos estudiosos defienden una creación individual, producto de un autor; otros creen que éste únicamente transcribiría leyendas o cantares cuyo origen se remonta a la noche de los tiempos; y, por supuesto, encontramos una postura conciliadora, en la que el compilador no deja de ser también autor. Por tanto, y aunque algunos estudiosos sostienen que la composición del poema y su transcripción irían de la mano, lo más probable es que la fijación del texto se produjera a partir de leyendas sobre el personaje legadas por la tradición, o bien por un poema de carácter oral con el mismo tema. El transcriptor (y por supuesto, editor de la obra) añadiría las partes más influenciadas por la mitología cristiana (relación entre Grendel y Caín a través de los nephilim, referencias al diluvio, valoración del sacrificio para el bien de la comunidad). Su nivel de implicación en la composición de la obra varía en función del texto que llegó hasta él, pero en cualquier caso poco más puede decirse si contamos el escaso material del que se dispone. Sabemos, gracias al cambio de caligrafía, que un escriba copió el poema hasta el verso 1939, y otro diferente lo hizo con el resto. Ambos realizaron revisiones y correcciones al texto, el primero mientras trabajaba, el segundo a lo largo de muchos años.

En cualquier caso, es indudable que entre las fuentes del relato se encuentran el mundo germánico (contexto histórico y geográfico, moral guerrera, presencia del dragón y los ogros), y la visión cristiana (adaptación mítica, concepto de la salvación).

El relato puede estructurarse en dos partes atendiendo a la edad del protagonista: al comienzo del poema es un joven repleto de ardor guerrero, mientras que en la última parte han pasado cincuenta años desde aquellos días. Sin embargo, temáticamente puede separarse según los enemigos a los que se enfrenta el héroe: Grendel, la madre de éste, y el dragón. Algún estudioso también ha propuesto estructurar el poema en torno a los cuatro funerales que aparecen. El propio poema está escrito en cuatro cantos: "Grendel", "La madre de Grendel", "El regreso" y "El dragón". Sobre la trama principal se enhebran otros episodios subordinados, que refuerzan el contexto histórico y logran añadir profundidad a diversos personajes.

Éste es el resumen completo del poema Beowulf, indicando la numeración de sus versos:

I. Grendel
  • 1-52. Introducción: Skild, que de niño llegó a la deriva a las costas de Scania, se convierte en el fundador de la dinastía skildinga. Tras un largo gobierno, durante el que conquistó una amplia región y atemorizó a sus enemigos, le llega la muerte. Es entregado al mar, en un barco repleto de regalos y armas.
  • 53-125. Skild es sucedido por su hijo, y éste por su nieto. Uno de los hijos de éste, Hrothgar, decide construir un gran salón para sus guerreros, llamándolo Heorot. Pero Grendel, una criatura oscura y sedienta de sangre, descendiente del linaje de Caín, se retuerce al oír el júbilo del arpa y de las canciones del salón. El monstruo acude al lugar acabada la fiesta, mientras los hombres duermen, y arrebata de sus lechos a treinta vasallos, llevándoselos como botín a su guarida.
  • 126-193. Impotentes para librarse de Grendel, Hrothgar y los suyos sufren su acoso durante doce años. Durante el día se ocultaba en la niebla, y por la noche acudía al Heorot, que deja de usarse durante las horas de oscuridad.
  • 194-228. Las historias de Grendel llegan a oídos de Beowulf, líder de los gautas y servidor de Hygelac. Quince valerosos guerreros atraviesan el mar con él.
  • 229-319. Un vigía danés acude cuando desembarcan, para saber quiénes son y qué asuntos les traen a la costa. Satisfecho, les conduce hasta el Heorot.
  • 320-398. Wulfgar les pregunta a los extranjeros su procedencia e intenciones. Beowulf solicita audiencia con Hrothgar, y Wulfgar se lo comunica a su señor, aconsejándole que acceda.
  • 399-455. Beowulf ofrece su ayuda, y, orgulloso de sus hazañas pasadas, anuncia que luchará con Grendel en igualdad de condiciones, sin espada ni escudo.
  • 456-498. Hrothgar da la bienvenida a los gautas. Les pide que se sienten y compartan con ellos sus hazañas.
  • 499-528. Unferth, sin embargo, envidioso de la atención recibida por Beowulf, recuerda que éste fue vencido por Breca, cuando ambos disputaban una competición de nado a través del mar (algo que califica de insensatez).
  • 529-606. Beowulf cuenta otra versión de la historia: no era una competición, sino una promesa realizada en la juventud. Ambos nadaron juntos durante cinco días, hasta que la marea les separó. Entonces Beowulf fue arrastrado por un monstruo, al que dio muerte por su espada; a éste le siguieron otros, a los que también eliminó, hasta que finalmente logró alcanzar las costas laponas. Finalmente, el héroe acusa a Unferth de matar a sus hermanos y de no ser tan bravo como se jacta, ya que de serlo hubiera eliminado a Grendel.
  • 607-668. Wealhtheow, esposa de Hrothgar, va pasando la copa para que todos beban, y saluda a Beowulf. El rey encomienda al héroe la defensa del salón, y marcha a descansar con su esposa.
  • 669-709. Beowulf se deshace de sus arreos de guerra, y se tiende para esperar al monstruo. Sus hombres se duermen.
  • 710-836. Grendel llega al Heorot, y devora a uno de los gautas antes de que el resto pueda apercibirse. Beowulf lucha con la criatura, que huye del salón herida de muerte, al haber perdido un brazo. La garra es colgada en el exterior del salón como trofeo.
  • 837-915. Al llegar la mañana, los daneses siguen el rastro de Grendel, averiguando que ha muerto lanzándose a un lago. Durante el regreso, un bardo canta la historia de Sigmund, que además de matar a varios gigantes también eliminó a un dragón. {El resto de relatos épicos atribuyen la muerte del dragón al hijo de Sigmund, Sigurd en Escandinavia (Eddas) o Sigfried en el continente (Cantar de los Nibelungos)}. Por contraposición, se alude a Heremod, prototipo de mal rey.
  • 916-990. Ya en el salón, Hrothgar elogia el valor de Beowulf, considerándole como a un hijo. Éste le refiere su lucha con el monstruo. Unferth guarda silencio, contemplando las afiladas garras de la bestia.
  • 991-1159a. Se organiza una fiesta en el Heorot. Hrothgar otorga diversos regalos a Beowulf y los gautas, y paga el oro por el héroe fallecido. Un bardo ameniza la fiesta cantando la hazaña de Finn. {Es el famoso episodio de Finn (vv. 1067-1159), relacionado con el fragmento de La batalla de Finnsburg}.
  • 1159b-1250. Acabado el canto, Wealhtheow se alegra de la dicha de Hrothgar y, a su vez, entrega regalos a Beowulf. El collar que se encuentra entre estos dones da pie para narrar la muerte de Hygelac en tierras frisonas. Terminado el convite, los daneses vuelven a hacerse cargo del Heorot.
II. La madre de Grendel
  • 1251-1301. La madre de Grendel ataca el palacio. Recupera la garra de su hijo tras dar muerte a un danés, cuyo cuerpo se lleva a su morada.
  • 1302-1396. Hrothgar convoca a Beowulf y se lamenta de la muerte de su vasallo, Aeschere, y describe el paraje habitado por los dos monstruos. El líder gauta le ofrece de nuevo su ayuda.
  • 1397-1491. Daneses y gautas marchan hacia el lago. Al llegar allí encuentran la cabeza de Aeschere, y descubren que muchas sierpes monstruosas llenan las aguas. Beowulf hiere a una con una flecha, y el resto de hombres la rematan y la sacan a la orilla. El líder gauta se coloca cota, yelmo y escudo, y Unferth le presta su espada, Hrunting ("estacón"), reconociendo que su valor es inferior, pues no entrará en las aguas.
  • 1492-1590. Beowulf se sumerge en las aguas y lucha con la madre de Grendel. Encuentra entonces una gruta oculta y continúa allí el combate. La espada no puede dañar a la criatura, así que el héroe lucha primero con sus propias manos, hasta que encuentra una espada forjada por gigantes, tirada en el suelo de la caverna, y logra matar a la bestia. Después busca a Grendel, y decapita su cadáver.
  • 1591-1798. Los daneses, creyendo muerto a Beowulf, regresan a Heorot, pero los gautas permanecen a orillas del lago. Beowulf sale del agua, y marcha con sus hombres hacia el salón. Cuenta la hazaña ante Hrothgar y los suyos, y el rey, en un largo discurso, halaga al extranjero salvador de su pueblo, pero le advierte de que la vejez y la muerte amenazan a todos. Se celebra un nuevo banquete.
  • 1785-1887. A la mañana siguiente, Beowulf y Hrothgar se despiden como aliados.
III. El regreso de Beowulf
  • 1888-1962. Beowulf y los gautas marchan a la costa, cargan el navío y navegan de regreso al hogar. Digresión sobre la reina Thryth, esposada con Offa I de Mercia, con la intención de contrastar con las virtudes de Hygd, esposa de Hygelac.
  • 1963-2151. Beowulf acude a la corte de Hygelac, en Ongentheow, y le relata sus hazañas {incluyendo un pequeño pronóstico de futuras batallas entre los daneses y los hadobardos}.
  • 2152-2199. Beowulf entrega diversos regalos a Hygelac, conseguidos de Hrothgar, y también a Hygd, de parte de Wealhtheow. Su señor le regala a su vez la espada de Hrethel, otorgándole una gran extensión de tierra para que la gobierne bajo su poder.
IV. El dragón
  • 2200-2277. Pasado un tiempo, mueren en la guerra Hygelac, su hijo y su sobrino, y el reino de los gautas recae en Beowulf, quien lo gobierna sabiamente durante cincuenta años. Un vasallo en necesidades encuentra un tesoro custodiado por un dragón (había sido escondido en un túmulo por el último de una estirpe) y se lleva una copa.
  • 2278-2354a. El dragón descubre la violación de su tesoro y reduce a cenizas algunas aldeas y el salón de los gautas. Beowulf decide enfrentarse con la criatura, y manda forjar un escudo de hierro.
  • 2354b-2396. Digresión para explicar la sucesión de Hygelac; las guerras entre gautas y suecos.
  • 2397-2509. Beowulf va en busca del dragón con once vasallos y el autor del robo, llevando la copa arrebatada. Al llegar al lugar, Beowulf se despide de los suyos, recordando su infancia con el rey Hrethel y comparando su pesar con el de éste a la muerte de su hijo mayor, Herebeald (pues no la pudo vengar al ocurrir en un accidente y ser su asesino el hijo mediano, Haethcyn). Pequeña digresión: a la muerte de Hrethel, los gautas y los suecos comienzan a guerrear. Así muere Haethcyn, y el trono pasa a Hygelac; intervención de Beowulf en la guerra.
  • 2472-2601. Beowulf se despide de nuevo, y avanza hacia el dragón. Éste lanza su fuego por las fauces, y el héroe se parapeta tras el escudo, que aguanta por poco la arremetida. Beowulf ataca, pero la espada no es capaz de herir al monstruo, que lo cubre de llamas. Los hombres de Beowulf, salvo uno, huyen al bosque.
  • 2602-2751. Wiglaf lanza furiosas palabras a los otros guerreros y corre en ayuda de Beowulf. Su escudo de madera es destruido por una nueva bocanada de fuego, y él se protege con el de su señor. Éste arremete contra la cabeza del monstruo con su espada, Naegling, pero el arma se rompe. El dragón muerde en el cuello a Beowulf, pero es herido por Wiglaf. Beowulf acuchilla a la bestia en el vientre y la mata. El héroe, sintiéndose morir, le pide a Wiglaf que traiga el tesoro del dragón.
  • 2752-2820. Wiglaf toma parte de los objetos y se los muestra. Muere Beowulf, solicitando que le construyan un túmulo en la cima de los acantilados y entregando sus armas a su fiel vasallo.
  • 2821-2891. Wiglaf acusa de cobardía a los guerreros que no ayudaron a su señor.
  • 2892-3027. Wiglaf envía un mensaje a los que esperan las noticias en su reducto. El mensajero les informa de la muerte de Beowulf y del dragón, y les advierte de que los francos y frisones, y sobre todo los suecos (para los que se reserva una nueva digresión), vendrán a hacer la guerra contra ellos en cuanto lo sepan. Aconseja realizar con premura la pira para Beowulf, y arrojar al fuego todo el oro conseguido.
  • 3028-3135. Los hombres acuden al lugar y ven los cadáveres de Beowulf y del dragón. Con siete guerreros, Wiglaf extrae el resto del tesoro, y los señores de todo el territorio traen leña para la pira.
  • 3136-3182. Funerales de Beowulf y construcción del túmulo, donde se guardan los tesoros del dragón.

Fragmento de Finnesburg

El pequeño fragmento del poema llamado en ocasiones La batalla de Finnesburg está compuesto únicamente por 50 versos, que describen el asedio a la fortaleza de Finn. Se desconoce su fecha de composición, pero si fue parte de un cantar de mayor enjundia (como parece lógico), pudo ser la fuente del pasaje con el mismo tema que aparece en el poema Beowulf, y por tanto lo precedería. Esto, sin embargo, tampoco es muy preciso, pues las fechas que se barajan para el largo poema épico abarcan los años 750-900, e incluso, algún estudioso lo sitúa en el siglo XI.

El breve texto ni siquiera revela la identidad tribal de los implicados. Referencias de otras obras anglosajonas, particularmente Beowulf y el fragmento titulado Deor que aparece en el Libro de Éxeter, nos permiten saber que el episodio narrado pudo ocurrir quizá durante las migraciones de los frisones (400-800). Es gracias a esto que podemos completar la información de este cantar. Pueden encontrar más información en el ensayo Finn and Hengest del profesor Tolkien.

Los bandos en conflicto son por un lado los mediodaneses skyldingos comandados por Hnaef y su lugarteniente Hengest, y por otro los hombres de Finn, llamados indistintamente jutos o frisones (o bien son confundidos como un mismo pueblo por el poeta, o bien formaban una alianza). Hnaef y Finn están emparentados por Hildebur, hermana del primero y esposa del segundo. Mientras se encuentran en la fortaleza, Hnaef y su mesnada de sesenta hombres son atacados por los hombres de Finn (hemos de entender que se debe a una traición).

El fragmento de La batalla de Finnesburg nos habla de la llegada de los enemigos y de cómo Hnaef alza los ánimos de los suyos. Y sobre todo de cómo defendieron sus puertas durante cinco días.

Por el episodio contenido en el Beowulf (versos 1067-1159) sabemos que al cabo Finn logró tomar el reducto, muriendo su propio hijo y Hnaef. Hengest asume el mando de los daneses y aguanta en el salón, hasta que ambos bandos se ven obligados a un acuerdo: los daneses entrarán al servicio de Finn y vivirán en sus tierras con los mismos derechos que sus antiguos enemigos. Se realiza el ritual de cremación de Hnaef y del hijo de Finn, y observamos el duelo de Hildebur por su hermano y su hijo. Hengest pasa el invierno en Finnesburg, torturado por un conflicto de lealtades: desea vengar a su antiguo señor, pero no puede romper el juramento dado al nuevo. Con el buen tiempo llegan dos de los daneses de Hnaef, Gudlaf y Oslaf (Ordlaf en el fragmento de Finnesburg), que le presentan a Hengest una hermosa espada, incitándole a la venganza. Hengest da muerte a Finn, y los daneses parten a su tierra llevándose a Hildebur.